Desde el 1 de Enero grava con el 0,38% las remesas recibidas Brasil cae en la epidemia de impuestos a remesas Desde el 1º de Enero, Brasil tasa las remesas de los emigrantes con un nuevo impuesto del 0,38%. Este impuesto grava las remesas de forma indirecta, cuando se produce el cambio de moneda. Este impuesto, llamado Imposto sobre Operações Financeiras (IOF), sustituye la anterior Contribuição Provisória sobre Movimentação Financeira. De forma general, el nuevo impuesto grava cuatro tipos de operaciones financieras: los créditos, seguros, títulos/ valores mobiliarios además del cambio de moneda. En este ámbito están excluidos expresamente del pago los cambios de moneda realizados por inversores extranjeros. En cambio, pagan 0,38% los cambios de moneda realizados para importación de servicios, los necesarios para exportación de bienes y servicios así como “nas demais operações de câmbio”. Aunque el IOF no menciona las remesas de los emigrantes, las autoridades del país han informado a los pagadores de remesas brasileños que están englobados en ese “demais”, cargando el 0,38% a todas las operaciones. La disposición carece de cláusulas que impidan al pagador repercutir este porcentaje sobre el cliente final, la persona que recibe la remesa. Por ello, será el receptor quien pague el impuesto, lo que implicará un encarecimiento del precio de enviar remesas.
Brasil es el segundo receptor de remesas en Iberoamérica con $7.300 millones en 2006 (México ocupa la primera posición con 20.000 millones). El impacto de estos flujos es la economía brasileña es moderado, representando el 1,1% de su notable PIB. Brasil es la principal economía de Sudamérica por lo que ejerce un notable liderazgo en la región. Cabe pensar que su ejemplo pueda ser imitado por países vecinos. El impuesto de Brasil llega solo cuatro meses después de que Bolivia pusiera en vigor el suyo, en octubre de 2007. El país andino cobra el 1% de las remesas que llegan al país; desde enero ha modificado ligeramente este impuesto cobrándolo solo los envíos de más de $1.000. No obstante, en las primeras semanas de 2008 las entidades bolivianas continuaban cobrando la tasa todos los envíos. Otros países como Colombia tienen un impuesto semejante vigente desde hace años, en su caso del 0,4%.
Todos estos países suscribieron el Compromiso de Montevideo sobre Migraciones y Desarrollo, junto a los restantes miembros de la Comunidad Iberoamericana. Su punto 12 afirma que las remesas “responden al derecho de todo ser humano de asistir de modo individual al sustento y bienestar de otras personas. Este derecho debe ser reconocido y salvaguardado, al igual que el derecho de los destinatarios a recibirlas. Los Estados deben abstenerse de promulgar disposiciones legislativas o adoptar medidas administrativas coercitivas, que puedan obrar en detrimento de este derecho”. Asimismo, los países se comprometen a “facilitar” los flujos de remesas, trabajando para reducir el precio de estos envíos. No obstante, los impuestos encarecen las remesas mientras que es difícil sostener que no van en detrimento del derecho de los emigrantes. Este texto forma parte de la Declaración de Montevideo suscrita en noviembre de 2006 con ocasión de la Cumbre Iberoamericana celebrada en Uruguay.