Más remesas que inversión
EXPANSION 11.10.2006
D. Gracia, Madrid

Los envíos de dinero de los inmigrantes que residen en España son todo un motor del desarrollo
para sus países de origen, especialmente, para los de Iberoamérica.

Remesa a remesa, los más de millón y medio de latinoamericanos que viven y trabajan en España
mandaron en 2005 a sus familiares un total de 3.207 millones de euros (4.008 millones de dólares), según
el Banco de España.
Una cuantía que casi iguala a la inversión directa de las empresas españolas en la región, que ascendió a
3.573 millones de euros el año pasado, según los datos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
Hace apenas unos años, España se situaba entre los seis países del mundo que más remesas recibía del
exterior, debido a la fuerte salida de ciudadanos que se produjo en los años sesenta y setenta. Pero desde
2001, la masiva entrada de extranjeros, que suman 3,88 millones de personas, ha tornado la balanza:
España es el quinto emisor de remesas del mundo desde 2004, tan sólo superado por Estados Unidos,
Arabia Saudí, Suiza y Alemania.
Lo que ha provocado que el saldo entre ingresos y pagos por remesas pase a ser negativo para España.
Así, en 2005, los extranjeros residentes en España enviaron 4.614 millones de euros a sus países de
origen, frente a los 4.299 millones que recibió.
Enrique Alberola, jefe de la unidad de economías latinoamericanas del Banco de España, calcula que la
salida de dinero en forma de remesas pesa ya un 10% en el déficit por cuenta corriente de la economía
española, y representa, en torno al 0,4% del PIB español.
“España es el segundo emisor mundial de remesas hacia Iberoamérica, por detrás de Estados Unidos. En esa
región hay cinco millones de personas que dependen de forma directa de los envíos españoles.
Entre ellos, tres millones y medio de niños que reciben una mejor educación, tratamiento médico o
alimentación gracias a este dinero”, explica Iñigo Moré, fundador de remesas.org, que presentó ayer en
Madrid junto a la secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí, el libro titulado Las remesas de los
emigrantes desde España a Iberoamérica.
Moré recordó que en América Latina sobreviven más personas gracias a las remesas que a los ingresos por
turismo o de las inversiones extranjeras. Sin embargo, todavía no existe ningún organismo nacional o
multilateral que controle  estos flujos monetarios.
Los envíos periódicos de dinero desde el exterior suponen todo un pilar para muchas economías del tercer
mundo, en las que las remesas representan más de un 15% de su PIB. De hecho, sólo el dinero que sale de
España hacia Bolivia, representa el 5,6% de su PIB; el que va para Ecuador, un 3,6% de su PIB; y el que se
envía a la República Dominicana, un 1,4%.
Alberola incide en que América Latina no podría sostener los niveles de consumo actuales ni el
superávit por cuenta corriente que cosechó en 2005 sin las remesas. Un factor clave tanto para la estabilidad
de la región como para los intereses de los inversores extranjeros, entre los que España ocupa el segundo
puesto.
A pesar de la importancia de todas estas magnitudes, los expertos coinciden en que todavía queda mucho
campo que recorrer en esta materia. Las remesas superan con creces a la suma de la inversión
extranjera y la ayuda oficial al desarrollo que reciben los países en vías de desarrollo, sin embargo,
ningún organismo internacional se ocupa de su tutela ni protección. Y ni siquiera consta entre las
prioridades de la política exterior de muchos países.
Uno de los principales obstáculos de las remesas es el coste de los envíos. En España, actualmente varía
entre un 3% y un 23%, según remesas.org, que estima que un abaratamiento del 1% elevaría en 50 millones
de euros la salida de dinero hacia otros países.
En la última cumbre euroafricana de Rabat, hace dos meses, Francia planteó suprimir los costes de las
remesas. Una propuesta novedosa y posiblemente más efectiva para el desarrollo de muchas naciones que la
propia ayuda al desarrollo. En la misma línea, el Gobierno español se comprometió en Rabat a rebajar
sustancialmente el coste de los envíos para todas aquellas remesas que se dirigieran a tres países, uno
magrebí y dos latinoamericanos.
Consuelo Rumí señaló ayer que el Gobierno todavía no ha decidido cuáles serán estos tres países. Aunque el
propio presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, ha incidido en más de un foro internacional
en el interés de España por reducir los costes de las remesas y desarrollar una política favorable que
potencie el papel de éstas en el desarrollo.